jueves, 3 de junio de 2010

Hoy he tenido en mis manos las dos caras de una misma moneda, la vida y la muerte ... las he besado a las dos ... he sonreido a la esperanza, a lo que crece, al proyecto por hacer y me he despedido de alguien a quien sin aún haberse ido ya echo de menos ... y me han salido un par de lágrimas por la incertidumbre de si nos volveremos a encontrar ... si nos volveremos a ver y a reconocer ... y es que hay personas que no deberían irse nunca ... ya no me quedan viejitos ... todos se me fueron y con ellos la voz del pasado ... las historias ... la memoria de un tiempo en el que no estuve ... y que ya sin su voz tampoco podré visitar ... sí ... hoy me ha tocado despedirme y no me gusta ... no soporto las despedidas ni aún con la certeza de que somos algo más, que nuestro espíritu nos sobrevive y que morir no es otra cosa que renacer en otro lado ... no aún así, no me gustan las despedidas ... ni siquiera cuando se tiene un saco lleno de recuerdos hermosos que evocar, ni siquiera así ... lo que sí queda es el amor ... ese no se va, ni se termina.